Me gustó mucho la amplitud de las habitaciones y el descanso que pude tener en ellas. Además, las vistas desde la terraza eran realmente hermosas. La ubicación del hotel también fue muy conveniente ya que estaba cerca de varios lugares clave que quería visitar. Por último, disfruté de la privacidad que ofrecía el hotel, lo cual hizo que mi estancia fuera más cómoda.

Lo que no me gustó fue la falta de mantenimiento y limpieza en las instalaciones. Había polvo y algunos cabellos en el suelo, lo cual no era agradable.

La estancia en este alojamiento fue simplemente maravillosa. Desde el momento en que llegamos, nos recibió un personal amable y atento. Las instalaciones estaban impecables, como si alguien hubiera dado un toque de varita mágica y las hubiera dejado brillantes. Además, me sorprendió gratamente la variedad de actividades que ofrecían. Jugamos al billar y al tenis de mesa, como si estuviéramos en un campeonato mundial. ¡Fue una experiencia divertidísima y llena de risas!

La cena para peregrinos no estaba disponible.

El edificio del Palacio de Sansol es impresionante y muestra una gran restauración manteniendo su encanto original. Me alojé en una habitación abuhardillada que era espaciosa y cómoda. El personal fue amable y servicial. En la cena compartida, pude conocer a otros huéspedes y disfrutar de una agradable velada. se ofrece desayuno, que se puede contratar al llegar.

El edificio es un auténtico palacio del siglo XVIII restaurado, con habitaciones amplias y bien equipadas. Ofrecen cena y desayuno, que se pueden contratar a la llegada.

Estuve muy bien, no tengo ninguna pega.

El lugar es absolutamente impresionante, te deja con la boca abierta cuando entras en este palacio reformado para un hotel. Las habitaciones son enormes y tienen balcones desde donde puedes disfrutar de unas vistas increíbles del paisaje. La sala de estar común mezcla a la perfección la modernidad con la historia, es una combinación única. Han realizado una reforma increíble, creando hasta 4 terrazas comunes donde puedes relajarte, jugar al billar o al pin-pong, e incluso lavar tu ropa. ¡Lo recomiendo al máximo! La atención del personal también fue excepcional, te hacen sentir como en casa. Además, el pueblo donde está ubicado es tranquilo y encantador. ¡Muchas gracias por una experiencia maravillosa! Volveremos sin duda.

increíble palacio reformado, habitaciones amplias, cena compartida agradable, encanto del siglo XVIII, terrazas y actividades divertidas. Recomendado!

falta servicio de limpieza adecuado.

Acabo de regresar de una estancia en el Palacio de Sansol y ¡qué maravilla! Mi pareja y yo nos alojamos allí durante 3 noches y la experiencia fue simplemente perfecta. Lo primero que nos llamó la atención fue lo encantador y bien rehabilitado que estaba este palacio barroco del siglo XVIII. Las habitaciones eran impecables y muy espaciosas, con una hermosa vista al paisaje desde el balcón. Además, la terraza con sus vistas preciosas, el pin-pon y la mesa de billar se convirtieron en nuestros lugares favoritos para relajarnos. Y no puedo olvidar mencionar el trato humano excepcional de José María y Ben, quienes se esforzaron por hacernos sentir como en casa. Recomiendo este lugar encarecidamente. ¡Sin duda repetiremos la experiencia!

Recomiendo este lugar insistentemente.

Este lugar es increíble. El hecho de poder alojarme en un palacio reformado para un hotel con habitaciones grandes y balcones con vistas al paisaje es impresionante. Además, las zonas comunes, como la sala de estar y las terrazas, están muy bien diseñadas y equipadas con actividades como billar y pin-pon. La reforma en general ha sido muy agradable y recomendaría este lugar sin duda alguna.

Me sentí muy bien, no tengo ninguna queja en absoluto.

La ubicación del hotel es magnífica, en un tranquilo y encantador pueblo. Las habitaciones son amplias y cómodas, con baño privado y vistas preciosas. Además, el edificio del hotel es un palacio barroco del siglo XVIII, lo que le da un encanto único.

El servicio del hotel podría mejorar, ya que algunos huéspedes tuvieron problemas con la limpieza y la falta de atención en recepción.

Nos encantó la ubicación del hotel, ya que está situado en un edificio histórico y restaurado, lo cual le da un ambiente único. Las habitaciones son grandes y cómodas, y ofrecen vistas espectaculares desde el balcón. Además, las instalaciones del hotel son excelentes, con áreas comunes modernas y encantadoras, como terrazas, sala de juegos y zonas de lavado. El personal fue extremadamente amable y atento, brindando un excelente servicio.

Nada, todo fue perfecto.

Situado en un pintoresco pueblo con un encanto y tranquilidad únicos, este palacio reformado del siglo XVIII impresiona con sus amplias habitaciones y vistas al paisaje. Además, las zonas comunes ofrecen comodidades modernas como billar y mesa de ping-pong. El personal es amable y atento, brindando una experiencia placentera. ¡Repetiré!

La estancia en el palacio reformado fue impresionante, no esperaba encontrar un lugar tan hermoso y único como este. Las habitaciones eran amplias y cada una tenía un balcón para disfrutar de las vistas al paisaje. Además, la sala de estar común era una mezcla perfecta entre lo moderno y lo tradicional. La reforma del hotel fue muy agradable, con la adición de cuatro terrazas comunes, mesas de billar, mesas de ping-pong y zonas de lavado. Sin duda, lo recomendaría a todos.

La oferta de desayunos podría mejorar ofreciendo más variedad de opciones.

Nos quedamos en un hermoso palacio reformado con bonitos detalles tanto en el exterior como en el interior. Nuestra habitación era amplia, cómoda y muy bien equipada. Disfrutamos de impresionantes vistas desde la terraza. La cena que compartimos con otros huéspedes en el comedor fue agradable. Además, las habitaciones tenían baño privado, lo cual nos brindó privacidad.

Hubo algunos detalles que podrían mejorar. El mobiliario de la habitación, como las camas y las mesillas de noche, era un poco viejo y algo inestable.

Fui a Palacio de Sansol por un viaje de turismo de una semana. Las habitaciones son amplias y tienen baño privado. El descanso fue excelente. La atención del personal fue buena y la cena tenía una buena relación calidad-precio. El edificio es un palacio del siglo XVIII restaurado con mucho gusto y mantiene su esencia. La habitación abuhardillada era amplia, cómoda y bien equipada. tienen una terraza con vistas hermosas, mesa de ping-pong y mesa de billar. La cocina y la sala de televisión estaban impecables. El trato humano de Jose María y Ben fue exquisito.

Puedo recomendar este hotel a todos.

mi segunda estancia en sansol, esta vez para una boda, y palacio de sansol superó todas mis expectativas. el edificio es impresionante, con habitaciones amplias y bien equipadas. la terraza y las zonas comunes son ideales para relajarse. el trato del personal fue exquisito. definitivamente repetiré la experiencia.

desayuno y cena mejorables.